Oh, Debbie Harry, que ruedas cual gata en celo, turquesa hasta en la sombra de los párpados, sobre una cama perfectamente circular y explícitamente anhelante. Que no tienes histeria ni más vueltas que las de tu propio cuerpo en combustión. Que no dices que sí-que no-que sí-que no. Que dices Sí. Que no dices te quiero-te odio-te quiero-te odio-pero-no-sé. Dices Te Necesito. Con el flequillo deshecho que cae como una lluvia recién salida de la ducha sobre la frente. Con anteojos negros para no encandilarse porque quema. Lucrezia H. adora tu frontalidad. A ver si te sostiene la mirada Richard Gere. A ver si puede mantener esa velocidad. El collar de perlas de Lucrezia H. estalla al musicalizar. Las perlas ruedan sin freno como Debbie Harry. Lucrezia H., la que no se entera del punto final, te está llamando.
Hoy te llamo
Convoco a tu cuerpoPronuncio el nombre de tus partes más dulces
Arengo la sangre de los capilares
Y de las venas que te erigen
Se me abre la boca
Mis labios profesan la mímica de tu ADN
Soy aura que tornasola el rojo
Y lengua que juega con el recuerdo de tu sal
La voz se me evapora
Exudo urgencia
Mi vulva secreta la caligrafía de tu apellido
Los pezones se rebelan a emballenados y moños
La erección de mi deseo apunta al Sur
Todo en mí se dilata y late
Ya solo veo la sombra de tu forma
Penetrando y presionando mis paredes más tensas
Husmeo el trazo de tu sexo
froto y doy señales de mujer que te conjura.
Deseo cósmico y universal por todo lo bello de este mundo. Deseo que se erige como un conjuro a la muerte. Deseo que palpita en cada aposento de tu bella casa.
ResponderEliminarHoy te nombro, mujer,
ResponderEliminary convoco a tu cuerpo
pronunciando su apodo
en sus partes más dulces,
las venas que lo riegan
y se erigen en carne,
nacarada distancia
que rosada se vuelve
y penetra en mi boca.
Hoy, mujer, me adelanto
al beso de tus labios;
a la mímica incierta
de la sal de tu nombre,
la voz que se evapora
en la tímida urgencia
de tu vulva secreta
que deshace temores,
con pezones erectos
por castillos de aire.
Hoy, mujer, te conjuro,
penetrando tan sólo
las paredes más tensas
de tu sexo profundo;
en sus trazas deseo,
en la sombra, su forma,
que dilata y me late
en regiones de aura
de ese sur tan oscuro:
un recuerdo que brota,
un perfume que mata.
Un beso, Perséfone.
Que hija de ... hija e una gran siete. Cuanta...no no y no ...no me quedan más alternativas que odiarte ... no, mentira ... te envidio sanamente.
ResponderEliminarTu palabra es la estrella de David que me guía. Espero que haya Mesías. Impresionante, another again.
Celebrando la no histeria, para dar paso al deseo que qué más importa que su ímpetu.
ResponderEliminarCiao bellísima..
ResponderEliminarPulgarcito está como looooocooo!!!!
No sabés que lindo cuento de Astroboy ha escrito.
Tu influencia se le nota.
Yo, tu fiel seguidora desde el inicio no estoy a la altura ni para hacer comentarios bellos.
Soy simple.
Simplemente admiro.
TE admiro
Baci, per te sempre baci
Estoy en lo profundo del precipicio. Bloom habló de la angustia de las influencias, y ahora, a Perséfone la llaman "sombra de mi escritura" (de la mia). Ya dije que la envidio sanamente, pero cierta gente malintencionada insiste en ponerme bajo la terrible nube que implica ser "admirador suyo".
ResponderEliminarDeberé renunciar a leerla? Qué aduce esta mujer, arriba mio y que estoy como loco? Delira?
Es una situación desesperante.
Sea Hombre limón o Astroboy mi honra está manchada para siempre y esa es su culpa.
Un beso, igual. Creo que seguiré leyendo su blog, mejor. Es demasiado encantador.
Daaaale Pulgarcito, que la de arriba soy yo!
ResponderEliminarY no me ando con rodeos ni vueltas de calesita al pedo.
Se te nota la BUENA influencia de P
erséfone! No tiene nada de malo!
La admiramos de la misma forma, sólo que vos tenés capacidad de escribir bonito y yo no.
Aprovechala tontito..
No sabés cómo te envidio!
Saluti
Ja ja ja...que tengo que aprovechar? Entrada gratuita al cabarute o que? Tontito!!!???
ResponderEliminarMe hace acordar a mi mamá! Un beso per tutti.
Chere Isa: La muerte retrocede ante el deseo. Se escandaliza, se avergüenza, se escapa. ¿Viste "El lado oscuro del corazón"? En el Salón Mélies, Fausta proyecta a veces algunas escenas. No es que nos guste el director, ni mucho menos. Pero nos encanta cuando Oliverio juega, desea y la muerte huye, espantada. "A vos no sabré cómo llevarte", confiesa. Y tiene tanta razón ...
ResponderEliminarPulgar: Las influencias son mutuas. Una intersección orgiástica. Una fantástica partuza. Con la historia de Astroboy se nos aflojaron las bragas y ahora todas queremos ser superheroínas. Tiembla el trapecio de Alice y Rolling Jenny patina en sexta.
Dear Nina: No y no. Si no escribieras como escribís, no serías nuestra musa. Si no sintieras como sentís, no existiría Ninette. Capito?
Variopaint de nuestro corazón: Nos tenés como locas. Y está todo dicho.
Querida Marina-Marítima-(¡cómo nos gusta el mar!): Sí, huimos de la histeria. Adoramos el ímpetu del deseo. Cuando es no, es no. Cuando es sí, es Síiiiiiiiii.
Delicioso!....Leerlo y sentirlo claro.
ResponderEliminar