El corazón es engañoso
por sobre todas las cosas.
Vio tu mitad, tu nuca,
tus sombras de la China.
Y les dio de beber.
Y les dio de comer
sus esperanzas.
El corazón actúa
urgido por su necesidad.
Tocado y hundido,
besa la mano impasible
que lo hundió.
No ve venir el tren,
no advierte que no hay tren
al que subir.
El corazón no tiene dignidad.
En la foto: Asia Argento.
Verdad absoluta, aunque se empeñe, el corazón no tiene dignidad...
ResponderEliminarLa de la foto no es Asia Argento, esa es Pájaro de China!
ResponderEliminarEl corazón, cuando le interesa, se vende por un plato de lentejas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero el corazón siente y eso es lo que vale.
ResponderEliminarEste poema me ha gustado especialmente.
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